lunes, 22 de enero de 2018

Nuevo Ferrol. Una partida de Space: 1889


Un elenco de la flor y nata de la sociedad española (científicos, aventureros, militares,...) es convocado en  palacio para ser recibidos en audiencia por el presidente del Senado, José Gutiérrez de la Concha e Irigoyen, el cual les dará una sorprendente noticia: Existen navíos capaces de viajar por el espacio estelar y llegar a otros planetas tales como Marte y Venus. Por lo visto la capacidad para hacerlos navegar por el Éter ya esta en poder de varias potencias coloniales que están ampliando sus dominios mas allá del planeta Tierra.  

- Y ahora - les dice Irigoyen - España dispone de dicha capacidad gracias a un acuerdo firmado con el Imperio Británico. Ellos obtendrán nuestro ayuda y colaboración contra los prusianos y los rusos en Marte a cambio de poder fabricar varios de esos navíos voladores. Y el primero de ellos, La Nueva Nepomuceno, ya se encuentra operativo tras haber sido construido y botado en los Reales Astilleros de la villa de Ferrol -

- Y ustedes han sido elegidos para acompañas a una dotación de infantes de marina y a un grupo de colonos para el viaje inaugural del navío al planeta Marte. Donde tras presentarse ante el Gobernador Ingles se dirigirán hacia una región deshabitada y fundaran la primera colonia española de Marte, plantando la bandera de España en otro mundo expandiendo asi los limites de nuestro glorioso imperio - 

Y con esa misión el grupo de elegidos preparo sus enseres y se despidió de sus seres queridos para después subirse a un carruaje y viajar hacia la villa de Ferrol, en tierras gallegas, y una vez allí, con el buque bien aprisionado y  con los colonos y los infantes de marina a bordo, partir rumbo a Marte en busca de gloria y fortuna.



Unas semanas después y una vez completado el asombroso viaje loes enviados españoles presentaron sus respetos al Gobernador de Marte,  el cual tras recibir los presentes y los respetos de la Regente de España, María Cristina de Habsburgo-Lorena,  resulto herido en una exhibición de esgrima. Herida que rápidamente se infecto y puso en peligro su vida ya que el arma, empuñada por un miembro de la tripulación de La Nueva Nepomuceno, estaba impregnada con un extraño veneno marciano. 

Dispuestos a limpiar el buen nombre del imperio español emprendieron una investigación que les llevo a las estrechas calles de una ciudad marciana, donde ademas de aprender varias cosas acerca de la antigua cultura marciana y las distintas razas que habitaban el planeta, sufrieron una emboscada  en la que varios de ellos resultaron heridos, encontraron una cura para el envenenamiento del gobernador, y consiguieron desbaratar una conspiración que pretendía acabar con la vida del gobernador y provocar un levantamiento de una facción de los indígenas.

Alguno de los indígenas de Marte

Una vez limpiado el buen nombre de España y cerciorarse de la rápida recuperación del gobernador,  el grupo, acompañado por un pequeño grupo de infantes de marina, partió en una cañonera para inspeccionar la región donde se crearía la nueva colonia mientras La Nueva Nepomuceno era reparada en los astilleros para reparar los desperfectos producidos por el duro viaje a través del Éter. Y así tras unos tranquilos días de viaje por uno de los canales del planeta rojo la expedición llego hasta su destino, una zona de marjales con un pequeño pueblo de marcianos y con unas enormes montañas lejanas en el horizonte. Y una vez descargado parte del equipo e inspeccionado el perímetro por parte de los infantes, la delegación española se acerco al pueblo para presentar sus respetos a la líder de los marcianos del lugar y hacer entrega de unas cuentas fruslerías para ganarse a los salvajes. 

Los valientes expedicionarios posando para la posteridad

Tras unos días de lentos avances los españoles fueron invitados a un festín donde se celebraba la amistad naciente entre los españoles y los marcianos. En ese festejo después de mucha comida y bebida, y con el fin de sellar el pacto de amistad, el cazador del grupo se comprometió a dar caza a una terrible bestia que estaba acosando a los pueblerinos, matando a sus animales e impidiéndoles acercarse al lago a pescar, la cual era su principal fuente de alimento. Por la descripciones dada por los marcianos la bestia era una especie de cruce entre un cocodrilo y un hipopótamo de la Tierra, así  que los expedicionarios idearon un sencillo plan: poner como cebo uno de los "corderos" de los marcianos y esperar ocultos a que se acercara el depredador, para a continuación llenarlo de plomo.

El cazador concentrado antes de la caza

El plan funciono medianamente bien ya que la bestia acudió a devorar el cebo, pero desgraciadamente era bastante mas grande de lo que esperaban y ademas su piel estaba extremadamente acorazada. Pero a pesar de todos esos contratiempos finalmente la bestia fue abatida y los valientes cazadores regresaron al poblado heridos pero victoriosos. donde les esperaba una celebración aun mayor que la de un par de días antes. Desgraciadamente resulto que la presa que habían abatido no era mas que una cría y su progenitor, del tamaño de una locomotora, se presento en el poblado dispuesto a vengar a su parentela. La situación era desesperada pero por fortuna, y mientras la enorme bestia destrozaba el poblado y a sus habitantes, La Nueva Nepomuceno apareció en ese momento y con una salva de cañonazos acabo con el peligro.

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